Director Desarrollo Corporativo
El 2021 ha sido un año de contrastes en lo que a la evolución de los negocios respecta ya que ha habido sectores con gran dinamismo y otros que están sufriendo los efectos de la situación de pandemia.
La aparición de nuevas variables no previstas como la inflación, las dificultades de suministro, el coste de la energía, etc., han traído una ralentización de la recuperación. Hemos asumido que tendremos que saber gestionar la incertidumbre permanente respecto a la evolución de múltiples variables económicas y la falta de visibilidad a largo.
Uno de los efectos que ha tenido esta nueva crisis ha sido recordarnos los retos estructurales que tienen particularmente las PYMES, que las hacen más vulnerables en las situaciones de crisis y que retrasan o limitan el aprovechamiento de los momentos de recuperación o de oportunidad como los que están por llegar.
Los retos estructurales a los que me refiero son:
1: Aumentar la Capitalización
La crisis ha vuelto a poner en evidencia la reducida capitalización de un gran número de empresas con una estructura de financiación muy soportada en endeudamiento.
Esta falta de capitales propios hace que las empresas sean mucho más vulnerables y las salidas de las crisis más lentas ya que no cuentan con los recursos financieros para crecer.
Cómo resolver esta situación es una de las tareas que deben abordarse para salir reforzado de la crisis. Valorar sobre si la situación se puede resolver en solitario o se necesita acompañamiento de terceros, dónde y cómo buscar capital, la tipología de potenciales socios (industriales, financieros), cómo articular las condiciones de la entrada, o incluso la venta como alternativa, son algunas de las cuestiones que es necesario analizar para tener éxito.
2: Ganar tamaño
El reducido tamaño es otro de los aspectos que caracteriza a nuestro tejido empresarial y en épocas de crisis se hace más evidente que el tamaño SÍ importa.
En situaciones como las actuales donde la demanda se contrae, los crecimientos orgánicos son difíciles, pero se abre una oportunidad para los crecimientos inorgánicos. Las alianzas, las integraciones de compañías, la incorporación de socios industriales o financieros son opciones que están al alcance y que se pueden plantear.
Nos encontramos en un momento de revolución tecnológica como consecuencia de la introducción masiva de tecnologías 4.0 en todos los sectores, o las transiciones energética o ambiental en las que estamos inmersos. Todo ello, hace que éste sea un momento especialmente interesante para analizar la adquisición de compañías que nos aporten mercados, tecnologías, volumen o diversificación.
A la hora de analizar la alternativa del crecimiento inorgánico es fundamental valorar los siguientes aspectos:
-La capacidad para liderar
-La existencia de un proyecto con objetivos claros y factibles a conseguir
-La disponibilidad de capacidades de gestión para liderar el proceso de crecimiento
-Interés de compartir el proyecto con terceros
Si fruto de la reflexión sobre los aspectos comentados, la voluntad es abordar un proceso de crecimiento, los recursos financieros no son difíciles de conseguir si el proyecto tiene la calidad adecuada. En caso de no tener capacidad de liderazgo, la venta/integración y dejar que otros hagan, es la alternativa más recomendable.
3: Internacionalización
Las empresas internacionalizadas disponen de una mayor resistencia ante situaciones adversas y salen beneficiadas en los momentos de recuperación.
Iniciar un proceso de crecimiento o diversificación mediante la adquisición de una empresa es una alternativa que presenta claras ventajas si bien requiere una preparación previa y dotarse de medios capaces de gestionar la nueva dimensión y la lejanía. Resultan fundamentales la adecuada selección del mercado a abordar, del socio local, o de la compañía “target” a adquirir o con la que integrarse. De hecho, una operación de internacionalización bien diseñada puede ser la mejor forma para adquirir tamaño, conocimiento, tecnología, producto o mercado.
En este momento estamos viviendo un auge de operaciones de carácter internacional. Como dato, durante el 2021 un 30% de las operaciones cerradas por IMAP Albia Capital a nivel mundial tienen carácter internacional. Ante ello, nuestro tejido empresarial debe estar preparado para afrontar este reto. Y en todo caso, nuestro consejo es dejarse asesorar por expertos en este tipo de operaciones.
4: Sucesión y continuidad empresarial
En IMAP Albia Capital, con frecuencia nos encontramos con situaciones en las que nuestro cliente se encuentra con el dilema de cómo compaginar los retos y las oportunidades de la empresa con la situación personal de los propietarios/accionistas ante la dificultad o falta de sucesión. La reflexión sobre las opciones de continuidad y la planificación del proceso son críticos para el futuro de la compañía.
A medio/largo plazo, la peor opción es no tomar ninguna decisión. Cada situación es diferente y hay mucho en juego (trabajadores implicados, clientes, proveedores, patrimonio familiar, …). Por eso, analizando las circunstancias personales, familiares y empresariales, conviene adoptar decisiones que conjuguen el desarrollo del proyecto empresarial con lo mejor a nivel personal o familiar.
Decidir la venta de la compañía, es una alternativa que con frecuencia conlleva una fuerte carga emocional por parte del propietario (desprenderse de su creación). Hay otras opciones posibles como la integración, búsqueda de nuevo socio que dé impulso al proyecto, etc. que pueden ser valoradas.
Apurar los plazos, retrasar la toma de decisión para resolver el problema de la continuidad, son actitudes entendibles desde el punto de vista personal de los propietarios, pero que pueden afectar negativamente a las opciones para cerrar el proceso con éxito. De ahí la importancia de la planificación y del realismo a la hora de plantearse esta cuestión vital.
Conclusión
Los aspectos anteriormente comentados están frecuentemente interconectados entre sí y deberían formar parte de la estrategia corporativa de la empresa.
El escenario económico del nuevo 2022 nos presenta importantes estimaciones de crecimiento (no exento de incertidumbres) por lo que es un buen momento para plantearse los retos y mejorar posición competitiva. La liquidez existente en el mercado, la diversidad de inversores y opciones de financiación para proyectos empresariales, hacen que este año se dé una oportunidad excepcional para abordar sin prisa pero sin pausa estos retos.