La valoración de una empresa es una combinación de conocimiento técnico y experiencia de mercado y no necesariamente en ese orden.
¿Cuánto vale mi empresa?, es una de las preguntas que habitualmente nos formulan clientes, amigos, conocidos y sorpresivamente para ellos no tiene una respuesta directa.
En los últimos tiempos, al igual que ha ocurrido con muchas otras áreas de conocimiento, la estimación del valor de una empresa se ha banalizado. En cualquier foro, cualquier asesor, auditor, amigo o vecino defiende con vehemencia que tu empresa vale un cierto multiplicador por su EBITDA o un multiplicador por sus ventas, o los fondos propios más un multiplicador del beneficio, o cualquier otra imaginativa fórmula que han leído o les han proyectado desde cualquier atril. En cualquier caso, que el valor de una empresa coincida o simplemente se aproxime a los parámetros que surgen de la aplicación de la “ciencia popular”, es pura coincidencia.
La estimación del valor de una empresa consta de dos elementos uno básico que consiste en la aplicación de métodos de valoración generalmente aceptados y otro, del que generalmente carecen la mayor parte de los que realizan valoraciones, que es el disponer de una extensa experiencia en compra venta de empresas lo que aporta al valorador los elementos clave que los compradores consideran a la hora de establecer el valor de una compañía, definiendo de esta forma un rango de valores próximo a lo que el mercado va a valorar esa compañía.
En IMAP Albia Capital llevamos desde el año 2004 ejecutando compra ventas de empresas, con más de 120 transacciones ejecutadas. Es experiencia pone a nuestra disposición el conocimiento de los elementos que el mercado valora en una empresa y cómo valora esos elementos. De esta forma, nuestras valoraciones recogen tanto los elementos intrínsecos de la empresa como como los elementos de mercado de cada momento, situándose en todo momento en los rangos de los precios de mercado. No debemos olvidar la cita de Antonio Machado, “Todo necio confunde valor y precio”, y normalmente cuando ese cliente, amigo o conocido nos pregunta por el valor de su empresa, nos está preguntando por su precio.
En el caso de valoración de empresa, el valor técnico de la empresa lo determinan aspectos intrínsecos de la empresa, tales como su Balance y Cuenta de Resultados, sus proyecciones financieras, el tamaño, el nivel de apalancamiento, etc. mediante la aplicación de distintas técnicas de valoración se obtiene un rango de valores razonables para la empresa.
Existen múltiples métodos para la valoración técnica de una empresa, desde los más simples, basados en magnitudes del balance de la empresa, los basados en multiplicadores de determinadas partidas de la cuenta de resultados de la empresa, los mixtos, etc.
Por ser el método técnicamente más correcto y tener mayor capacidad de recoger en el modelo de valoración los parámetros que afectan al valor, el método de mayor aceptación en la comunidad internacional de negocios es el método de descuento de flujos de caja, y adicionalmente es el método recomendado por AECA (Asociación Española de Contabilidad y Auditoría) y CFA Institute (Chartered Financial Analyst). Los resultados de este método se contrastan con los obtenidos de aplicar múltiplos de mercado, que requieren de interpretación, sobre los parámetros financieros de la empresa.
Sin embargo, hay múltiples factores que pueden influenciar en el precio de una transacción y que no se recogen en los métodos de valoración. El valorador debe conocer estos factores y debe saber como se está comportando el mercado en el momento de la valoración, en caso contrario podría emitir una valoración no acorde con los precios de mercado. Entre otros pueden influir en el precio de una transacción la coyuntura del mercado (si estamos en una coyuntura compradora o vendedora), el atractivo de la industria en el momento de la valoración (cuanto más “de moda” está una industria, mayor presión al alza de precios), la escalabilidad del negocio, la liquidez en el mercado, la relevancia estratégica de la compañía para el comprador, el coste de un green field respecto al precio de adquisición, etc.
Como complejidad adicional, existen determinados tipos de empresas cuyo valor en el mercado no se corresponde en absoluto con los obtenidos por los métodos de valoración generalmente aceptados, ni corrigiéndolos con información de precios de mercado. Son compañías con situaciones especiales, bien por la fase de desarrollo de negocio en que se encuentran, bien por la disposición de un conocimiento o un elemento único o escaso en el mercado, bien por disponer determinadas estructuras de negocio que financieramente pueden estar penalizadas. En estos casos los precios / valores de las empresas se deben fijar utilizando determinados parámetros o métricas que normalmente no consideran los métodos de valoración generalmente empleados.
En consecuencia, resulta clave disponer de una amplia experiencia en transacciones para poder estimar el rango de valores razonables de una empresa. En IMAP Albia Capital, disponemos del conocimiento, con más de 120 transacciones y más de 200 valoraciones, disponemos de un equipo profesional de primer nivel y las mejores herramientas para la valoración de empresas.