Elías Martínez, socio de IMAP Albia Capital para El Economista https://kiosco.eleconomista.es/e-paper/viewer.aspx?publication=Pais%20Vasco&date=19_09_2019&tpuid=163#page/20

«Nos encontramos en unos momentos muy interesantes para las operaciones corporativas dada la gran liquidez existente en el mercado, lo que supone una buena oportunidad para las empresas que quieran financiar proyectos de crecimiento o para aquellos accionistas que quieran hacer líquidas sus participaciones empresariales.

Según el informe recientemente publicado por ASCRI (Asociación Española de Crecimiento e Inversión) en los primeros 6 meses de 2019 el volumen invertido ha sido de 4.000 M € de los que el 62% proceden de fondos internacionales y orientados a grandes operaciones.

Es de destacar que, las inversiones en empresas de tamaño mediano y pequeño han sido aproximadamente de 820 M € repartido en 31 operaciones de las que el 82% fueron inferiores a los 5 M € de inversión en capital. El Venture Capital, con 242 inversiones, alcanzó un volumen de 357 M €.

En el año 2018 se levantaron en España fondos por importe de 2.200 M € a los que hay que añadir otros 626 M en los primeros 6 meses de 2019.

Por otra parte, se están consolidando otros instrumentos de financiación alternativa, como los fondos de deuda, muchos de ellos de carácter internacional, que están aportando una mayor liquidez y opciones de financiación como complemento o sustitución a las tradicionales de capital y bancaria.

Si a esto sumamos las propias disponibilidades de las entidades financieras y de los inversores privados y family offices que están buscando vías alternativas para obtener rentabilidad a través de compras o tomas de participación en empresas, nos encontramos con un amplio abanico de ofertas de liquidez.

Cómo capitalizar esta situación desde las empresas de tamaño mediano y pequeño

Esta liquidez tan importante está demandando operaciones, es decir, empresas que tengan recorrido y un proyecto empresarial que les permita crecer y mejorar su rentabilidad.

De hecho, para las empresas de mayor tamaño (EBITDA >10 m €) se están organizando procesos competitivos o de subasta con unas altas valoraciones dado el interés del mercado y presión por invertir.

En el entorno de las PYMES, y desde la experiencia de IMAP Albia Capital, estamos apreciando un gran interés por parte de los fondos de capital privado por empresas con EBITDAS a partir de 1,5/2 M €, que están siendo consideradas un claro objetivo de inversión, al contrario que en años anteriores. De hecho, varios fondos de capital privado disponen o están en fase de creación de instrumentos específicos para invertir en compañías de este perfil.

En estos casos lo que se valora es la capacidad de crecimiento orgánico y fundamentalmente inorgánico a través de la adquisición o integración de otras compañías del sector de tamaño equivalente o inferior. Su objetivo es crear una empresa de mayor tamaño reorganizando las estructuras operativas, los medios industriales y alcanzando economías de escala, consiguiendo así una mayor rentabilidad. Es por ello que sectores maduros y atomizados están volviendo a ser el foco de estos inversores.

Otro factor altamente valorado por los inversores es la capacidad de gestión de estas PYMES y la motivación de los gestores para abordar el reto de crecimiento, lo que supone también una oportunidad para la implicación de los directivos de estas compañías en el éxito y la propiedad de las mismas. Esta implicación es un elemento altamente motivador para el inversor y una oportunidad para directivos comprometidos.

Para compañías más pequeñas y con carencias o necesidades de gestión, están surgiendo otras alternativas de inversores privados, conocidos como search funds, que en colaboración con gestores-directivos experimentados tienen como objetivo comprar una empresa y desarrollarla aportando la gestión. Estos fondos son muy apropiados para empresas en las que la propiedad está muy vinculada a la gestión.

A modo de conclusión, esta situación de liquidez y la búsqueda de alternativas de inversión a los productos financieros tradicionales (fondos, bolsa, etc) está afectando muy favorablemente los movimientos corporativos en el entorno de las PYMES.

Esto supone una buena oportunidad para las empresas que quieran crecer y busquen acompañamiento de otros socios para compartir el proyecto ampliando el capital o, a través de instrumentos o vías alternativas de financiación.
Igualmente, el momento actual es propicio para que aquellos propietarios o accionistas que estén pensando en vender su empresa, tomen la decisión e inicien el proceso.

Esta situación favorable no debe llevar a pensar que “todo el monte es orégano” y que los procesos son simples y las valoraciones de las compañías están “por las nubes”.

Los compradores o inversores, actúan de forma profesional y los procesos de adquisición y negociación son muy exigentes y largos en el tiempo con contratos y acuerdos rigurosos.

Respecto a las valoraciones, el hecho de que haya liquidez, no quiere decir que el precio sea un factor sencillo de resolver ni mucho menos.

El valor de una compañía hay que defenderlo y soportarlo en base a los resultados de la compañía y sus factores diferenciales con respecto a sus competidores y su proyecto de futuro que es lo que verdaderamente hay que tener en cuenta ya que en cualquier caso lo que se está comprando o vendiendo es proyecto y por tanto futuro.

Hay mucho interés por invertir, si bien hay que tener presente que los inversores miden y valoran muy bien sus decisiones, por lo que los procesos son muy exigentes (se tomaron buena nota de las lecciones aprendidas durante la crisis) lo que supone una alta y concienzuda preparación para quienes quieren iniciar un proceso de negociación.»

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